Escuchar a servidores públicos hablar de la inseguridad que vivimos en Tijuana, me causa un… cómo te explico: Confieso que hasta hace unos meses, me entusiasmaba conocer las estrategias que presentaban en las noticias, escuchar sus discursos y me enojaba con ellos por la impotencia que sentimos como ciudadanos; “y que vamos hacer esto y que el otro y que no sé qué…” Ahora, cada que escucho a uno, en mi mente la escena de <Piter Parquer> vuelve a cuadro diciendo…
Si. Como ciudadano de esta hermosa ciudad prostituida por servidores públicos y medios de comunicación, cosa que TAMPOCO va a cambiar, saco mi bandera blanca y me rindo ante la inseguridad.
Son demasiados los intereses de por medio. La inseguridad brinda empleo, brinda contenido, brinda miedo, brinda frustración, ya nacimos en este tipo de sociedad. Imagínate; Se acaban los ladrones y se acaba el guardia, el de la alarma, el herrero, hasta el viene-viene de la calle se queda sin chamba, porque quieras o no, al menos a mi me hacen sentir tranquilo y ni carro tengo.
Vivimos en un sistema donde la zanahoria es la promesa de que “vas a estar bien, vas a estar seguro”, y esta formula tiene más de 3000 años.
El perro es perro, la hormiga es hormiga y el humano es humano, y como humano, es de humanos cubrir la necesidad de sentirse seguros. Así como es de humanos ubicarse en la escala social, y para aquellos que no saben hacia dónde van, siempre se sentirán mejor al ver a alguien, sin importar quien sea, más jodido. Benditas noticias…
No espero que cambies tu lucha, cada quien elige su sacrificio por lograr vivir aquella emoción deseada. Pero en cuanto a la inseguridad, en general, la veo muy difícil que se termine. Mientras la mayoría sigamos teniendo hijos sin tener un plan, no va a cambiar. Ves como todo SI empieza en casa.
En cualquier rincón de la ciudad que te encuentres, gracias amigo lector.
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